Corriendo a Él.
“Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,”
Genesis 18:1-2
Usain Bolt es el hombre mas rápido del mundo y es capaz de correr los 100 metros planos en 9.58 segundos, personalmente yo me tardo 9.58 segundos del sofá a la refrigeradora. Pero, si hubiera algo que mueva mi corazón o una razón adecuada, yo también correría con todas mis fuerzas.
La biblia nos muestra que Abraham “Salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra”.
Hay dos cosas importantes que reconocer en estos versos:
Humildad y pasión
En el medio oriente un hombre importante no corría a recibir a nadie, no tenia porque, era deshonroso hacerlo, pero Abraham era humilde y apasionado por todo lo que hacia, si aprendemos de él, sin importar cual sea nuestra labor o cual nuestra posición, siempre deberíamos de hacer todo con pasión.
Mejor morir apasionado que vivir una vida llena de aburrimiento.
El no corrió a ellos por reconocimiento de hecho no los conocía, el no corrió a ellos por cómo se miraban, no se nos da indicio que lucieran importantes, él corrió porque él estaba esperando una respuesta de Dios.
No es lo que tenemos en la vida lo que importa, es a quién tenemos en nuestra vida. Abraham corrió porque el tenia fe que su repuesta ya venia.
Así que, yo lo invito hermano, coloquémonos a la puerta, tomemos nuestros zapatillas para correr y estemos listos, la respuesta ya viene.
Dios, ya me dio una misión para mi futuro, ¿estoy corriendo con humildad? ¿estoy corriendo con todas mis fuerzas?.
Padre, tú conoces todos mis caminos, guíame a correr con pasión y humildad.
por Pastor Ignacio