Con humildad.

“Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.”

Genesis 37: 5

 

La envidia es uno de los pecados mas destructores que existen, y sin embargo es también un pecado que no tiene ningún beneficio para el que lo comete, alguien dijo “por lo menos los otros pecados algún gusto tienen pero la envidia solo deja un mal sabor de boca”.

"Te desafío a que me muestres un hombre envidioso que sea un hombre feliz"

Billy Graham

Muchas veces en nuestro andar diario hemos sido envidiosos del éxito de otros o de su bienestar y aceptarlo es el primer paso para ser libres de ese pecado, pero el día de hoy de lo que quisiera hablar es de tener cuidado de con quién compartimos nuestros sueños. Muchas veces, en la dicha de la comunión con los santos y con Dios, tendemos a no medir nuestras palabras cuando estamos rodeados de gente sin sueños. Esto fue lo que le paso a José, él compartió sus sueños con gente que no compartía su mismo espíritu. Recuerde no todos lo van a amar porque no todos tienen un buen gusto y la mayoría quiere que te vaya bien, pero no mejor que a ellos.

En su vida, usted no va a poder ocultar la mano de Dios en su familia, ni la felicidad en el rostro de la gente que lo rodea. Pero no hay necesidad de hacer sonar trompeta a nuestros éxitos. Porque el que se humilla (ταπεινόω G5011 El que es humilde) será enaltecido.

Seamos pues agentes de bien que en lo secreto sirven y en medio de la congregación de los santos exaltan su nombre porque Él a sido bueno.

“Exáltenlo en la congregación del pueblo, Y en la reunión de ancianos lo alaben.”

Salmos 107:32

Dios, me ha dado un sueño, ¿estoy actuando con humildad? ¿Le alabo en la congregación con todas mis fuerzas?.

Padre, tu eres el gozo de mi vida, permíteme servirte y alegrarme solo en ti, porque tuya es la gloria y todo lo que existe por siempre seas tu exaltado, Amen.

por Pastor Ignacio

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