Amor Incomparable

“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.

Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

Romanos 5:6-8

 

La calle donde viví mis primeros años de vida era de polvo. El pequeño pueblo estaba situado sobre una parte montañosa muy apartado de la ciudad. Me encantaba regresar de la escuela montado en una carreta, jugando a balancearme cada vez que la llanta de madera pasaba sobre alguna piedra.

Pero al llegar a casa, el rostro de mi tía se llenaba de horror, al notar, como el niño limpio y ordenado que había salido a la escuela en la mañana, había sido substituido por una masa de polvo. La orden era siempre la misma, primero baño, luego comida.

Yo ni siquiera había notado que me había ensuciado, pero al bañarme, podia ver cómo el agua se llevaba las capas de suciedad una a una hasta dejarme completamente limpio.

Es cierto que yo cambiaba de limpio a sucio, pero lo que nunca cambiaba era el amor y el cariño de mi tía que, a pesar de la suciedad, podía todavía ver a su niño.

Nosotros también muchas veces no notamos que tan mal estamos hasta que somos hechos limpios, pero su amor es tan grande que, sin importar nuestro estado, Él puede ver debajo de toda nuestra suciedad a sus hijos.

¡Cuan grande es su amor!, ¿cuándo fue la ultima vez que le dijo a Dios que lo amaba.


Señor tu lo eres todo para mi, amo tu presencia, no permitas nunca que yo me pueda alejar de ti.



por Pastor Ignacio

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