La piña de vanagloria.

“Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”

1 Juan 2:17

La piña llegó a Inglaterra en el siglo XVII y, en el siglo XVIII, era un indicador instantáneo de riqueza: una sola piña podría costar el equivalente a 8,000 dólares. De hecho, la fruta era tan deseable y rara que a menudo la gente alquilaba una piña por la noche para lucirla en una fiesta.

En 1 Juan 2, Juan nos enseña que las pasiones sobre las cosas del mundo son vanidad (ver. 16), todas ellas pasarán, son de moda hoy pero no mañana (ver. 17). Es necesario que nosotros guardemos tesoros que valen, que son para siempre, que vienen de Dios.

El mundo tiene diferentes modas y todas esas modas son pasajeras, sino acuérdese de Myspace, de los Tamagotchis, o de los fidget spinners. Todos fueron pasajeros y olvidados. Pero, si colocamos nuestro corazón en el lugar correcto atesoraremos para la eternidad. Si le pedimos el Señor nos librará de toda corriente del mal.

Seamos entonces sabios y apartémonos de las pasiones de nuestros días.

¿Cuáles son las modas de hoy, que contaminan nuestra generación?

Señor lléname de tu Santo Espíritu, examina todos los deseos de mi corazón y cámbiame por dentro y por fuera para ser mas como tu.

por pastor Ignacio

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